
Pensamiento
El pensamiento es consustancial al hecho de hablar, pensamos con palabras aunque no tengamos necesariamente que pronunciarlas mientras lo hacemos. Sin lenguaje no habría pensamiento. El problema entonces no es pensar, actividad en la que inevitablemente entramos, sino los efectos en la subjetividad que pueden acarrear determinados pensamientos.
Es frecuente acoger demandas donde la razón principal está vinculada al pensamiento y al sufrimiento que este genera, la gama es amplia: pensamientos obsesivos, inconfesables, recurrentes, sin sentido, intrusivos, en bucle, etc , pensamientos en definitiva que producen distintos efectos pudiendo llegar a condicionar seriamente la calidad de vida de quien los padece.
No se puede generalizar a la hora de tratar esta problemática y siempre se debe tener muy en cuenta lo particular del caso por caso, también establecer un adecuado diagnóstico diferencial que permita darle el estatuto que convenga dependiendo de si estamos en el campo de las neurosis o de las psicosis .
Como es obvio, los animales no se hacen preguntas, simplemente viven, esto no le ocurre al ser humano. Los seres de lenguaje sí se hacen preguntas , preguntas que en ocasiones pueden culpabilizar o angustiar y que concierne a cuestiones fundamentales como lo son la existencia, la muerte, la sexualidad, las palabras que nos vienen del otro, etc. Ocurre a veces que una palabra puede tener un potente efecto y disparar en quien la recibe una carga de la que no puede desprenderse, es algo que nos sorprende y solemos expresar diciendo: “ no me lo puedo quitar de la cabeza”
Toda una fenomenología muy variada que escuchamos en consulta revela que no es ni tan fácil ni tan siquiera muchas veces posible, ese lema tan desgastado y que tanto se propone hoy de pensar en positivo. No es necesariamente falta de voluntad ni de optimismo lo que hace inoperante este propósito, sino una falta de dominio difícil de reconocer la que muestra que no somos siempre dueños de nuestros pensamientos.
En ocasiones se puede apartar un pensamiento que comporte una representación intolerable y puede ocurrir entonces que se produzca un desplazamiento y en su lugar aparecer otra idea de la cual el afectado no se pueda librar pero estando esta ya separada de la intolerable carga de la primera. Estos fenómenos son distintos mecanismos que actúan como defensa frente a lo intolerable.